11 febrero día internacional de la mujer y la niña en la ciencia
Hoy, 11 de febrero, se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Una de las funciones imprescindibles de este día es dar visibilidad a todas aquellas mujeres científicas que han permanecido en la sombra durante tantos años.
Además, gracias a esta visibilidad también se dota y educa en referentes de mujeres en la ciencia a todas aquellas niñas a las que el machismo social les dice que la ciencia no es para ellas, hablándose sólo de logros y referentes masculinos, y eliminando del panorama a miles de mujeres que estudiaron y trabajaron en el mundo científico, en cualquiera de sus ámbitos.
Desde 1901, cuando se iniciaron los Premios Nobel, hasta hoy, sólo 22 mujeres han sido reconocidas con este galardón, y sólo 4 de ellas han sido galardonadas en solitario. Esto supone sólo el 0,3% de los 602 premios Nobel en medicina, física y química que se han otorgado a lo largo de la historia. ¿Extraño, verdad?
Marie Curie (1867-1934), primera mujer en recibir dos Premios Nobel
en distintas especialidades: Física y Química
Recae en las mujeres científicas el conocido “Efecto Matilda”, término descrito por la ensayista sufragista y abolicionista Matilda Joslyn Gage en su obra “La mujer como inventora” (1893). En él denunciaba por primera vez que los logros de las mujeres científicas se atribuían de forma sistemática a sus colegas hombres, en vez de reconocerles su trabajo como profesionales.
La Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) lanzó hace varios años la campaña “No More Matildas”, con el objetivo de reconocer las aportaciones de las mujeres en la ciencia. Para ello, se invitó a varias mujeres científicas a dar charlas en las aulas para que las niñas puedan despertar su vocación científica y puedan conocer sus trabajos y tener referentes.
Campaña No More Matildas.
Fuente: www.nomorematildas.com
Porque, pese a los grandes logros de las mujeres en la historia científica y tecnológica, la presencia de la mujer en la ciencia apenas supone el 30%, según la UNESCO. Además de añadirle la brecha salarial, ya que las investigaciones llevadas a manos de mujeres están peor pagadas que las lideradas por sus colegas hombres.
Hoy nombres como los de Hipatia de Alejandría, Grace Murray Hopper, Marie Anne Pierrette, Inge Lehman, Margarita Salas, Hedy Lamarr, Ángela Ruiz Robles, Ada Lovelace o Katherine Johnson son todavía grandes desconocidos debido al sexismo que aún persiste en el mundo científico. Esta discriminación de género también tiene un efecto en el día a día de las niñas y mujeres que han elegido el camino de la ciencia: se les exige demostrar constantemente a lo largo de sus carreras que son válidas, porque se las cuestiona solo por el hecho de ser mujeres. Ellas tienen que luchar día a día contra estos prejuicios para dejar claro que la ciencia no es una cuestión de sexo.
En resumen, la función de días como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia resulta aún hoy imprescindible para erradicar esta injusta discriminación de género que sigue tan viva.